Yushintaita, el campamiento

"Yushintaita"

significa padre espiritual.

 

 

De Tamshiyaku, el pueblo de Don Agustin llegamos tras una caminata de una hora hasta el campamento Yushintaita. Dejamos atras lentamente la civilización con su ruido y su estrés . El viaje es ya una meditación. Llegado a este pequeño paraíso "Yushintaita" serás recibido por los sonidos de la selva  y te sentirás inmerso en la atemporalidad pacífica.

Todos los edificios en el campamento se hacen con los tesoros artísticos de la selva tropical. Las paredes y los suelos son de madera y los techos de hojas de palma y vides.

Una gran terraza con zonas cubiertas también sirve como comedor. Cada mañana se toma como en la primera ceremonia la medicina y Don Agustin se presenta ante nosotros y ofrece la medicina a cada persona.

Conectada directamente con la terraza se encuentra la cocina con enormes chimeneas y ollas grandes. Comidas deliciosas y saludables se cocinan en un fuego abierto con ingredientes frescos. También es posible elegir una dieta libre de azúcar y sal.

El alojamiento para los invitados también está hecho de madera. Al igual que las camas, que están equipadas con cómodos colchones. Cada cama tiene una mosquitera que además de protegerte de los mosquitos durante la noche crea un poco de privacidad si la necesitas. Hay  grandes dormitorios comunales o se puede vivir en pequeñas casitas con habitaciones dobles. Todo está muy limpio.

La corriente que fluye a través del arroyo del  campamento con su clara agua potable también se utiliza como un lavabo y para nadar. Los baños son muy básicos pero higiénicos.

El apoyo prestado por el agradable personal en el campamento hace que sea fácil obtener cualquier cosa que necesites. Todos los días la ropa se lava y las habitaciones se limpian.

Hay un templo para la ceremonia nocturna de Ayahuasca.

Asi mismo está la Piramide, es un lugar de encuentro al final del dia que te invita al relax, a compartir experiencias, charlar, escuchar música, leer ó fumar un Marpacho compartido con los compañeros.

 

 

 

 

Desde el campamento, Don Agustin hace una visita a los campamentos vecinos: el campo de doña Marlene por  ejemplo, o visita el árbol sagrado, que está muy cerca del campamento. Aqui puedes orar y llorar, cantar y gritar. Simplemente sentarse cerca del árbol tiene un efecto reconfortante. Siempre recibes las mismas lecciones de la riqueza de la experiencia y el amplio conocimiento de las diversas plantas medicinales y sus efectos por parte de Don Agustin. Las numerosas historias de su larga y azarosa vida nunca te aburrirán.

 

 

Alojarse en Yushintaita, estar en este oasis de paz y sanación permite despertar tu yo espiritual y tu crecimiento personal. Lejos del ruido de la vida rápida, rodeado por los sonidos de la selva y su fragancia cada visitante encontrará aquí el descanso y tendrá la capacidad de mirar dentro de sí mismo  con otros ojos. Para experimentar la purificación física y mental y la renovación.